Si pudiera volver atrás en el
tiempo, si tuviera la oportunidad de retroceder en el calendario, no elegiría
corregir mis errores, ni una noche de fiesta como aquélla, ni preocuparme de no
pisar las líneas al caminar. De los errores he aprendido, esa noche de fiesta
no se volverá a repetir y las líneas se pueden borrar. Elegiría volver a un mes
determinado, septiembre, a un día, 17, a una hora exacta, 16:45.
Le diría que dejase de mirar al
suelo. Le diría que para avanzar hay que mirar hacia delante, nunca bajar la
cabeza, nunca desanimarse, nunca dejar de luchar. Le diría mil y una veces dos
palabras que no le digo muy a menudo. Le diría que, si él para, yo paro; si él
avanza, yo avanzo; si él camina, yo camino.
Tal vez le diría que es más
importante aquí, en mi vida, acompañándome en cada momento, de lo que le hago
creer, a pesar de todo lo que le he hecho pasar, a pesar de todo el daño que le
hice.
Le diría que no volvería a ser el
mismo, que echaría de menos el ser como era antes. Que nada sería igual.
Le diría que nunca es tarde para
un nuevo comienzo, que la esperanza es lo último que se pierde y que, cerca o
lejos, puede contar conmigo. Que jamás me iré. Que jamás se irá.
Los recuerdos son duros, bonitos,
frágiles, pero, mientras ninguno los olvide, permanecerán. Quedarán. Te prometo
que guardaré cada uno de ellos como un tesoro. Te lo prometo.
Sé que todo ha cambiado, que todo
cambió en ese pequeño segundo. Pero tengo la certeza de que es una vuelta al
inicio, una vuelta a nacer.
Sé que estaré. Sé que estarás.
Te quiero mucho papá.
"I have loved you for a thousand years,
I'll love you for a thousand more"
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