Sin esperarlo, de repente, llega.
Llega su recuerdo junto con mil momentos vividos juntos. Risas, broncas,
consejos, llantos… Todo como una cascada, sin conseguir que deje de caer el agua
desde esa altura que tanto vértigo da. Miedo a las alturas que se compensa con
esa sensación de sentirle más cerca que nunca, pero que crece a medida que
revives cada instante que pasasteis juntos y se transforma en dolor al
recordarlo.
Sin darte cuenta, el acordarse de
esos momentos es lo que te hace tenerle siempre contigo; el saber que está
contigo aunque no sea en presencia física, pero sí en tu cabeza; el luchar por
cada reto porque te hace, desde ahí arriba, continuar en tu camino, por muy difícil
que sea. Cada logro conseguido, cada obstáculo superado, cada pequeño paso de
avance, es gracias a esa persona que te protege desde donde quiera que esté.
Hay cosas de las que nos
arrepentimos, pequeños detalles del pasado que cambiaríamos sea cual fuere el
precio por cambiarlos. Pero hay veces que dar marcha atrás no es posible y lo
único que podemos hacer es seguir adelante, viviendo el presente pero teniendo
los buenos momentos del pasado para ayudarnos a enfrentar al futuro.
Y así, con cosas simples, es como
sé que sigues aquí. Hay miles de cosas que me encantaría que vieras ahora, todo
lo que he conseguido después de tanto tiempo, después de tantos partidos, de
tantos goles, de tantas jugadas en las que me viste; después de los torneos ganados;
de los piques por nuestros equipos tan diferentes, pero que al final siempre
acabábamos riendo; de las veces que te acordabas de mí al ver León; de tantas y
tantas cosas.
Que todo, todo, va por ti.
"No habrá nada en el mundo
que me haga olvidar que no estás cerca,
que me enseñe a vivir sin repetirme
cuánto te echo de menos..."
No hay comentarios:
Publicar un comentario