“No sabes lo que tienes hasta que
lo pierdes”. ¿Cuántas veces habremos escuchado esta frase? Cientos, quizá
miles, de veces, pero siempre la oímos cuando aquello que queríamos, aquella
persona, ya se ha marchado.
Entonces nos lamentamos de la
cantidad de cosas que podríamos haber hecho con esa persona, la de risas que te
podrías haber echado, los buenos momentos que quizás hubieses tenido, las fotos
que te hubieras sacado para recordar aquel momento…
No damos la importancia que
merecen a aquellos que nos rodean, hasta que un día se van, sin avisar, sin
regresar nunca. A veces marchan porque quieren, porque no aguantan el estar a
tu lado. Otras, sin embargo, se van sin querer y dejan un vacío tan, tan
grande, que no merece la pena siquiera intentar buscar a alguien que le supla.
Cuando alguien se va de tu lado
sin quererlo, el dolor que deja su marcha es indescriptible. Quizá con el paso
del tiempo pueda llegar a curarse esa herida, quizá pueda cicatrizar, pero el
tiempo que tarda en hacerlo es siempre demasiado largo. Unos refugian su dolor
intentando no ver fotos ni vídeos ni escuchando alguna grabación de voz que pueda
haber guardada. La sola “presencia” de esa persona es de un nivel tan doloroso
que el simple hecho de “verla” te hace caer al suelo, te impide estar de pie.
Otros hacen de esas fotografías,
de esos vídeos, de esas grabaciones, su bandera y se apoyan en ellas para
continuar hacia delante, para saber seguir el camino sin esa persona. ¿Qué se
les pasa por la cabeza para pensar eso? Cada uno tiene su propia respuesta,
aunque pongo la mano en el fuego a que la mayoría de las respuestas coincidirían
en una sola: “mientras alguien le recuerde siempre seguirá aquí con nosotros, y
si ese alguien soy yo, siempre me acordaré de él/ella”.
No me preguntes cómo, pero sé que
siempre estás aquí, conmigo. Cada día 12 te echo de menos y daría todo lo que
fuera por volverte a dar un abrazo, con un solo abrazo más me basta.
“No necesito verte para saber que
estás conmigo”.
“No necesito verte para saber que
no te olvidaré”
No hay comentarios:
Publicar un comentario